Desde el otro hemisferio

¿Por qué pintamos?

No lo hacemos porque seamos ingenieros. Pintamos porque nos gusta,  atrae,  divierte,  relaja…

La pintura nos hace agradables cosquillas en el espíritu.  Equilibra la presión sobre el hemisferio izquierdo dando trabajo al derecho.  El equilibrio se da como resultado de conciliar polaridades, y no mediante el intento de eliminar una de ellas. Por  tanto, pintamos.

Pertenecemos a una generación inquieta con una clara inclinación a meter el pié en berenjenales heterodoxos. Somos partidarios de la multidisciplina enriquecedora y de algunas indisciplinas. Por tanto, pintamos.

El corsé de las hojas de cálculo se suelta al sumergirnos en el lienzo y volamos libres. Por tanto, pintamos.

¿No será que pintamos porque somos ingenieros?